Olivia Zúñiga escribe una carta a Santa Claus narrando los abusos cometidos por su expareja donde cuenta todo el sufrimiento que pasó durante su etapa de casada, a continuación la carta completa:
«Mucho tiempo he sentido vergüenza de mi misma por tener el marido que tenía. Oculté todo lo que me hacía a mi y a mi hijo en todos los espacios. Incluso lo quise ocultar de mi misma. Me negué a creer lo que sucedía, pensé que era imposible que el patriarcado me hiciera esa pasada a mi, el patriarcado no podía ser tan poderoso, tan perverso de entrar a mi casa a donde yo decía que jamás le daría lugar.
Me sentía culpable todos los días por lo que pasaba. Eso de las mujeres oprimidas por sus maridos era algo que yo cuestionaba desde lejos muy segura de que yo jamás estaría en una situación parecida a esa.
Pensé que las advertencias de amigos y familiares y hasta de gente desconocida eran coincidencias y era que estaban equivocados. A pesar de que el maltrato comenzó desde un inicio.
Al inicio tuve la capacidad de defenderme pero con el paso del tiempo a medida conviviamos mas y más comencé a aceptar el maltrato porque simplemente no podía creer lo que sucedía y puse mil pretextos y excusas para no aceptar aquella realidad.
Creo que hubiera seguido tolerando el maltrato por mucho tiempo más sino me hubiera ido a vivir a Tegucigalpa el 2018, donde estaba lejos de mi familia y amigos que podrían defendernos a mi hijo y a mi, además yo ahora era diputada y en su lógica era gracias a él y tenía por eso obligatoriamente que dejarme “asesorar” y hacer todo lo que él decía.
Nos mantenía aislados a mi hijo y a mi. No toleraba que nadie de mi familia llegara a la casa que yo pagaba, ni tampoco la familia de mi hijo y mucho menos amigos o compañerxs, nadie que no fueran sus familiares y sus amigos. Desde el primer día que puse un pie en el Congreso tuve problemas con él, yo no comprendía si eran celos de mi cargo o si de verdad eran celos con otros diputados y miembros del partido como él decía.
Yo ya estaba embarazada de él y creí que el cambiaría y que su decadencia quedaría en el pasado, pero no fué así. Para mi desgracia las cosas empeoraron y yo estaba mas incapacitada que nunca para defenderme. Mi familia comenzó a sospechar, mis amigas comenzaron a sospecharlo tambien. Pero yo mas que nunca lo negaba, a pesar de que la violencia se agravó y pasó tambien a la cama. Fué donde comencé a preguntarme si una persona que te irrespeta en un espacio tan sagrado como ese puede “hacer eso” y a la vez quererte, meses despues acepté que No que el amor y la violencia son incompatibles y opuestas.
Jamás alguien que te ama va a pasar todo el tiempo denigrando e insultando a los tuyos, jamas alguien que te ama va a maltratar a tus mascotas, a tus hijos, jamas alguien que te ama va a alejarte del mundo para que camines, hables y respires como lo ordena él, jamás alguien que te ama va a pisotear la memoria de tus seres amados muertos.
Pensando para poder perdonarme el haber soportado tanto recordé a finales de mi embarazo que me acompañé con el después de que asesinaron a mi M.. y que también estar con él era detener un proceso de duelo al que quizás no me he dado la oportunidad de vivir. Estando cerca del día del parto fuí teniendo la profunda necesidad de vivir ese momento con mi madre, de sentir la paz y la seguridad que solo ella me podía dar, eso puso las cosas en su lugar y alumbró mi camino.
Ese momento planifiqué mi huída para siempre despues de haber hecho varios intentos sin éxito.
Le pedí al Fulano un millón de veces que se largara y siempre había un pretexto. Claro dejarme a mi era fácil pero dejar la comodidad que obtenía a través de mi era lo difícil.
Por fin lo he logrado y no hay vuelta atrás, hoy ya no estoy encerrada en 4 paredes, hoy todas sus opiniones no me importan en ningún ámbito, hoy ya no puede herir mis sentimientos a su antojo, hoy ya perdí el miedo a que los enemigos de mi causa y de mi lucha utilicen ésto a su antojo, de todas maneras tuvo mas capacidad de destruirme él que ellos y hoy no sé quien es mas peligroso si los que matan con balas o los que te matan el alma dentro de una casa.
Hoy no te salvaré como siempre lo hice.
Hoy no obtendrás más mi compasión.
Hoy no te seguirás beneficiando de mi silencio.
No seguirás aparentando ser lo que no sos.
Hoy no podrá salvarte nadie, ni siquiera los padrinos políticos de tu corriente, ni tu madrina dentro de LIBRE pues la razon de la verdad es demasiado poderosa y todo cae por su propio peso.
Yo perdono todo lo que hiciste en mi contra y todo lo que harás, pero eso no significa que tus actos machistas quedarán impunes, asi que hoy tenés que rendir cuentas de tus actos ante la justicia porque has violentado a la mujer equivocada.
Atentamente
La puta
Santa llévate a mi marido.
Vete 2018
Llévate el vaso de agua helada y violenta que chocaba en mi cara para callarme.
Vete 2018
Entierra en el olvido las sesiones de tortura sexual en la cama.
Guarda en silencio las lágrimas de dolor,
los NO no escuchados por la máquina que destrozaba mis entrañas.
Llevate todos los PUTA de una vez por todas, que mis oídos sangran de escuchar tanto horror.
Muere 2018
y dile de mi parte a mi madre que sobreviví y que estaré bien a pesar de todo.
Llevate a la tumba los SOS que nadie escuchó yo me quedo solo con los correspondidos y con las 2 hermanas que me rescataron a mi y a mis cachorros.
Llevate para siempre las lágrimas de la embarazada que luchó junto a su hijo para no cumplir el mandato del amo de acabar con el corazón palpitante que yacía en mi barriga que era producto de una desición de ambos.
Dile a mi madre que aunque todos los días el la denigre como disco rayado con su discurso azul, que deseo que descanse en paz.
Que ella afortunadamente dejo en mi pecho su rebeldía.
Que saldré de ésta viva, quizás ya sin varias partes de mi ser, pero viva.
Que doña Pascualita me curará con sus ceremonias.
Que mi abuela y algunas brujas ya pusieron mi nombre en sus altares.
Que Viviré y viviré bien.
Viviré y volveré a sonreír de verdad.
Ya no fingiré la sonrisa.
Ya no fingire ser feliz.
2018 año viejito no olvidés decirle
Que ya no le permito ejercer control sobre mi respiración, sobre mis pasos.
Ya no seré mas su campo de batalla política para que gane cuotas de poder.
Santa llevate a mi marido para siempre,
Con todo y las las llagas que se le hicieron en el culo de tanto holgazanear.
2018, año viejo, año en agonía
Dile a mi madre que despues de tantos intentos de volar por fin lo he logrado.
Aunque llevo mi luz aún apagada.
Aunque cargo aún con la culpabilidad de haberle permitido a tan poca cosa entrar a mi vida.
Darle el lugar que jamas mereció.
Haberlo amado como jamas lo mereció.
Siento vergüenza con el mundo.
Pero decidí que ningún psicópata gozará mas de mi silencio
Y asi tendrá precaución conmigo cualquier otro macho disfrazado de gente, de hombre revolucionario, de hombre feminista que se me quiera acercar.
Asi sabrá un depredador que a pesar de que soy capaz de amar con todo mi ser ya no seré capaz de callar.
Santa llevate a mi marido para siempre.
No me traigas nada
Solo llevatelo
Llevatelo con todos sus secretos,
Llevatelo con sus adicciones,
Llevatelo con sus gritos
Llevatelo con su reloj sonoro clavado como púas sobre mis hombros.
Que yo me quedo con la sangre indígena y la negritud y rebeldia que tanto condeno de mi.
Negra maldita
Indita
¡quiero una hija rubia!
Llevate cada golpe contra mis mascotas
Cada humillación y acto de discriminación contra mi hijo por no ser de su “valiosa” sangre, de su especie civilizada como decía.
Llevatelo con todo y sus puñaladas politicas
Llevatelo con toda la maldita gloria que significa un triunfo político.
Que no la quiero.
Llevate aquel 26 de noviembre del 2017 en el que gané las elecciones y comenzó mi maldición, mi calvario.
Todo marchaba bien pero gané.
¡Llevatelo !
Que no permitiré mas que se atribuya ser mi manager, mi asesor político, el estratega de la guerra en la que tiene como trofeo el poder.
Escalar, escalar, escalar
Llevatelo porque no me permitiré seguir siendo su campo de batalla.
¡Llevatelo !
Porque no creo en su proyecto político incoherente hipócrita falso.
¡Llevatelo !
Porque quiero construir uno colectivo, uno para toda la gente.
¡Llevatelo!
Porque de castigo por irme huyendo de mi propia casa se ha acostado con cuanta mujer se le ha cruzado.
Nuevamente saca su falo como arma para defenderse de mi huída, de mis poderes.
Asi se venga a una puta como yo.
Porque yo no huía.
Yo era puta.
Iba a coger.
No estaba dejandolo por su maltrato
Lo dejaba por PUTA.
PUTA.
PUTA.
PUTA.
Porque,
Cada vez que se me permitió hablar en el Congreso no fue por mis capacidades, por mi inteligencia.
FUE POR PUTA.
POR CHUPAR PIJA.
Como dice él.
No porque grité.
No porque fuí mas inteligente que ellos.
Soy lo que soy dice porque soy una de las mujeres del hombre de sombrero.
Su vocabulario es soez, lo mas vulgar, lo mas bajo.
Cada mérito, cada reconocimiento es por PUTA.
Y soy diputada es gracias a él.
Los Atala matan con balas, pero aquel hombre que se dice ser el Che hondureño casi me asesinó el alma a puras palabras.
Querido Santa:
Llevátelo a él con todo y sus celos de todo y con todos.
Que el 2018 se vaya con todo y su control sobre mis palabras, sobre mis pasos, sobre mis ojos y miradas, sobre mi tiempo.
Llevátelo con todas sus infidelidades.
Y que Dios salve a todas las mujeres de él, a los niños, a los negros e indios que luchamos desde esta peligrosa trinchera donde las mujeres somos blanco de la dictadura y blanco de los hombres.
Y que Dios nos depare mejores días, mejores años, de felicidad, libertad, de paz y mucho amor.
Welcome 2019
Atentamente,
La puta»