Como de costumbre y tradición inician las lluvias en el mes de mayo, los agricultores no dudan en comenzar a preparar las siembras de primera en las laderas, planicies y vegas de las tierras fertiles de Reitoca.

Aquí se acostumbra a preparar la tierras en el mes abril para cuando el divino creador envía la señal que dio inicio el invierno, los campesinos están listos para sembrar maíz, frijol y maicillo.

Ellos trabajan contra el tiempo y no pueden dar el lujo de sembrar a mediados de año porque el invierno de primera es corto y los cultivos se quedan a medias por falta de agua y los fenómenos que suspenden el ciclo lluvioso la canícula y fenómeno del niño y niña.

Es por esa la razón que este municipio está en el corredor seco que cada año carga con esa cruz de perder parte de su producto, pero los campesinos y agricultores del municipio no pierden la fe de obtener los granos básicos para exportar a los mercados de Tegucigalpa y para el consumo en cada hogar reitoqueño.

Con el sudor en la frente y el amor a cada miembro de su familia, los campesinos trabajan de sol a sol para ver crecer la siembra de primera y confiando en el señor de tener un invierno cargado de lluvia para cosechar el máximo de productos.